Esta noche me dediqué a leer una publicación en la red social Facebook, en la cual se incitaba a los hombres a expresar sus "denuncias" por los diferentes tratos que dan las personas de otro sexo. Me pareció gracioso, interesante, me hizo sentirme identificado, e incluso me llegué a molestar con algunos comentarios que ahí se hacían, sobre todo por parte de las mujeres. Esto es uno de los motivos que atañen a desarrollar este escrito, el cual pretende rescatar un análisis de una verdad los hombres: ¿Tenemos que callarnos siempre?
Es bien sabido que por socialización el hombre siempre ha tenido que cumplir un rol de "macho alfa", puesto que desde la instauración del patriarcado se vio al hombre como un ser superior, el cual tenía que diferenciarse completamente de las mujeres. Es así como nace la concepción del hombre como un ser frío, sin sentimientos, que no tiene derecho a expresar su malestar físico o emocional, tosco por "naturaleza", proveedor en sus características de "alfa", entre otro montón de depositaciones que tanto hombres como mujeres crearon en sociedad.
El patriarco, si bien es un sistema de dominación impuesto por la codicia del hombre hacia las mujeres, también tuvo la pésima consecuencia de mermar la salud de los primeros. No es de extrañar que los hombres tengan una menor esperanza de vida que las mujeres, si el asumir el rol de "fuerte" con lleva al descuido y a las conductas extremistas que pueden causar lesiones o la muerte.
Dentro de ese mismo sistema, la mujer subyugada comenzó a replicar los designios del mismo en la crianza de sus hijos e hijas, por una falsa naturalización de la misma, siendo uno de los elementos que han mantenido el patriarcado. No es de extrañar que a las mujeres se les enseña a ser más expresivas, en tanto que los niños se les pide que actúen como "hombres". No quiero con esto invisibilizar las atrocidades y los demás yugos que se les ha impuesto a las mujeres o menospreciar sus lucha constantes por la liberación; sino que pretendo realizar una denuncia del sistema social actual que merece tanto su estudio como su corrección.
Actualmente personas de ambos sexos replican una conducta normatizadora que tiene serias consecuencias: ¡Los hombres tienen prohibido expresar cualquier tipo de sentimientos!
Se supone que desde la teoría del feminismo se busca la liberación tanto del hombre como de la mujer de las imposiciones patriarcales, siendo incluso las mujeres las pioneras en esta lucha. Sin embargo, da pena ver a mujeres refiriéndose de manera despectiva hacia los hombres que expresan sus sentimientos, siendo algunos ejemplos de esto:
-Un hombre detallista, amoroso, que expresa su afecto de forma creativa, es tachado por las mujeres como "cursis", "polos", "empalagosos", "gay", entre otros términos.
-Un hombre que llora por alguna pérdida lo catalogan como: "marica", "niña", "poco hombre", "pendejo", etc.
-Un hombre que expresa su molestia por alguna injusticia social por cualquier medio, he visto mujeres utilizando las siguientes etiquetas: "¡dejen de ser tan llorones!", "¡no sean tan pocos hombres!", "¡hay pobrecitos!", y la lista continúa...
Siempre han existido quejas de que los hombres gozan de muchos derechos en comparación de la mujer (lo cual no deja de ser verdad en cierto modo), pero a ¿cuál costo?
No es de extrañar que las tasas de suicidio a nivel mundial (un millón por año según la Organización Mundial de la Salud) la mayoría constituyen hombres, puesto que es la población que menos opciones de expresar sus emociones tiene, además de que la sociedad exige que para ser "hombre" se debe aguantar todo el dolor posible (como anteriormente lo denoté).
Se han hecho varias investigación al rededor del suicidio, las cuales hacen un llamado a trabajar la concepción de la masculinidad y cambiar el paradigma patriarcal, pero resulta difícil si se sigue culpabilizando la figura del hombre como principal motivo del patriarcado, cuando también se deben cambiar los paradigmas de crianza, en la búsqueda de hombres y mujeres más sanos en la expresión de sus emociones.
Llama la atención inclusive, que para algunas mujeres como respuesta al sistema patriarcal y en pro de una "equidad" con el hombre, también limitan la expresión de sus emociones para no verse "débiles", cuando esta ha constituido una de las mayores libertades que este sexo ha podido mantener, que inclusive incide en una excelente calidad de vida.
Es necesario realizar un trabajo de consciencia tanto en hombres como mujeres, porque no se puede seguir replicando la prohibición de los hombres a expresar sus emociones, sino que se debe buscar la liberación de los mismos. Estoy casi seguro que una verdadera educación emocional no solo mejorará la calidad de vida en los hombres, sino que también repercutirá en las tasas de suicidio, en la mortalidad, en las agresiones y otros aspectos sociales que han sido propias del sistema patriarcal en que vivimos.
El autor es Psicólogo graduado de la Universidad de Costa Rica, quien se enfoca más en temas políticos y su relación con las personas. Este Blog nace como un sentido crítico sobre diversas temáticas, además de análisis tanto coyunturales como teóricos. Aclaro que este Blog nació en el 2007 y que se mantienen ciertas publicaciones como una forma de evidenciar la evolución del pensamiento a lo largo de los años.
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lunes, 25 de agosto de 2014
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