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viernes, 26 de julio de 2013

Gobierno Democrático

Óscar Arias Sánchez afirma que el estilo de gobierno democrático no ha sido efectiva, al relacionarla con la reforma tributaria y la desigualdad social (Noticia 26/07/2013, crhoy). Por otro lado, el consejo municipal de Nicoya aplaza las celebraciones del 25 de julio para las 5p.m., con la consigna de un protocolo de seguridad y ante la advertencia de fuertes protestas en la conmemoración matutina (La Nación, 24/07/2013). Pero, ¿será realmente que el sistema democrático no está funcionando?

Yo no soy politólogo, mas se hace pertinente escribir sobre el tema, ya que se ha creado una paradoja en cuanto lo que las figuras públicas están diciendo o haciendo, en contraste con lo que se nos ha hecho creer por muchos años, gracias a nuestro sistema educativo.

A los y las costarricenses se nos enseña desde niños que vivimos en un país democrático, donde "siempre" han habido elecciones y el poder ha sido transferido con el apoyo popular en los comicios electorales. Esto no es contradictorio, si tomamos en cuenta que vivimos en un país de derecho y tenemos la posibilidad de designar a nuestros(as) representantes dentro del aparato estatal para que ejerza, responsablemente, nuestro poder.

Para caracterizar un poco la democracia, al menos lo imperante en el imaginario colectivo, se debe tener libertad de movilidad, libertad de expresión, respeto por las demás personas, respeto por las ideas, diálogo constructivo y toma de decisiones conscientes en pro una sociedad. Costa Rica posee personas con muchas ideas diferentes en todos los aspectos de la vida, representándose en la pluralidad de partidos que hoy existen en la Asamblea Legislativa, quienes dictarán las leyes por medio de un "consenso", en donde se trata de armonizar todas las diferencias ideológicas existentes en el país.

El diálogo, la escucha y armonizar las diferentes demandas son importantes en el sistema democrático; sobre todo cuando quienes lo están demandando son las personas del pueblo, jefes primarios al ser los y las que designan a sus representantes en la Asamblea Legislativa o su Presidente(a). Sin embargo, el gobierno del 2010 hasta la fecha, se ha caracterizado por llamar al diálogo y no cumplirlo en muchas ocasiones. Parece que la Presidenta olvida que el poder reside en el pueblo, y busca formas de huir de los y las demandantes de su atención. Vivo ejemplo fue el gran cerco que utilizó el 11 de abril para no dejar pasar a quienes nos fuimos a manifestar, o la movida que mencioné arriba para el día 25 de julio.

La gente está percibiendo que manifestándose obtienen más atención que intentando hablar con las personas que fueron electas. El gobierno intenta promover un diálogo que no quiere asumir, huyendo cuando ve que las personas la buscan para demandar este derecho. Se puede estar propiciando un ambiente en donde la apatía política incrementa por la falta de escucha de los poderes, o porque la institucionalización de las demandas nunca pasan a hecho concretos, donde realmente se les modifique la percepción de la realidad a quienes lo estén demandando.

Óscar Arias dice que el sistema democrático no sirve; yo le cuestionaría si realmente es eso o si son las personas que han tenido el poder en Costa Rica varias veces, donde se ha llegado a imponer algunas veces los intereses personales lejos de las necesidades de la población.

Yo no estoy en contra de la reforma tributaria. Pero sí creo primero que se deben mejorar los controles de recaudación, en donde muchas empresas sean las que paguen lo que realmente tienen que pagar. Creo que los tributos son necesarios, pero se debe gravar a quienes más ganan y no a los que menos tienen. El problema de la desigualdad será saneado cuando salgamos del Neoliberalismo al que nos han hundido, donde algunas empresas privadas saquean nuestros recursos sin dejarnos nada. También pienso que el Estado debe hacer una justa redistribución de la riqueza para palear la problemática y cambiar varias políticas discriminatorias o promover otras, como el empleo de personas jóvenes con salario digno y sin experiencia laboral.

Retomando el tema, el sistema no está mal, lo que sí parece estarlo son las personas que llegan al poder, donde dicen una cosa y realizan otra toda contraria a los ideales del pueblo. Se debe, ciertamente, volver a promover el diálogo, pero no uno que sea solo por el berreo, sino uno que sí llegue a hechos concretos, donde realmente la perspectivas de las personas cambien.

El poder reside en el pueblo y lo delega a sus gobernantes, un precepto básico de la democracia. Mas, si nosotros lo delegamos, también lo quitamos. Nosotros somos los patrones y las patronas, por lo que debemos exigir un cambio; pero no un cambio de sistema, sino un cambio de los y las representantes a quienes les hemos dado ciegamente (en la mayoría de los casos) nuestro voto de confianza. Porque, cuando realmente se perciba un cambio en pro de las personas, los frutos del sistema realmente se verán en todas las clases sociales del país.

Espero que sea provechosa la reflexión. Los y las invito a participar con comentarios, ya que la disertación constructiva siempre es importante para poner en práctica nuestros valores democráticos.

lunes, 25 de febrero de 2013

La pobreza y su relación con el sistema económico (opinión)

Hace un tiempo me puse a pensar en como juega la pobreza dentro de nuestro engranaje social y económico. Los gobiernos prometen en cada campaña que van a erradicar la pobreza, regalando unas cuantas casas, dando unos cuantos productos de la canasta básica o, peor aun, jugando con los indicadores económicos y maquillando informes para dar una falsa perspectiva.

            Sin embargo, eso no sanea el problema real de la pobreza, en donde cada vez hay más personas que viven por debajo del salario mínimo, no tienen una casa digna y el salario no alcanza para el arroz y los frijoles (en el mejor de los casos). Mientras los noticieros muestran como realizan el “sueño de navidad” de una familia, lo cierto es que al gobierno no le interesa erradicar la pobreza del país, como lo hacen creer en su pantomima mediática.

            Yo no soy economista y mucho menos estudio algo relacionado, pero me parece que a la clase dominante que nos ha gobernado desde la colonia, no le sirve quedarse sin personas que no tengan lo suficiente para subsistir, al no tener a quienes explotar. Es decir, no es lo mismo una persona de clase media, que de alguna manera sus padres lo apoyan, a una persona pobre en el sentido del valor que se le va a dar a su fuerza de trabajo.

            Dentro de la filosofía de mercado actual se hace evidente que cada vez se requiere personas que trabajen por un menor salario y por consiguiente aumenten el capital de muchos y muchas burgueses. Cuando una persona se niega a recibir un salario menor al que realmente merece, dentro del pensamiento económico, simplemente habrá una persona que lo haga por aun menos dinero y en peores condiciones.

            Lo que empeora esta cadena de pobreza radica en que cada vez hay menos privilegios a los trabajadores y mayor explotación. Ahora una persona trabaja hasta 12h diarias sin derecho a recibir horas extras y un salario inferior, sin derecho a la libre sindicalización y con unas autoridades estatales cada vez más incompetentes en materia de auditorias laborales. El gobierno ha buscado quitar los privilegios en lugar de defenderlos, tal es el caso del descalabro de la Seguridad Social, la persecución sindical en las empresas privadas quedando algunas impunes, la incapacidad de aplicar sanciones a las empresas que incumplen algún derecho laboral, entre otras tácticas.

            Pero, ¿qué podemos hacer ante esta situación? Creo que una solución práctica que debería aplicar un verdadero gobierno que quiera erradicar la pobreza es la defensa de los salarios justos, la reivindicación de los derechos laborales (no es lo mismo tener dos personas trabajando 12h diarias a tres personas laborando 8h diarias), estimular programas sociales que de verdad brinde oportunidades y no manutenciones, eliminar los latifundios para darlas a quien realmente quiera trabajar la tierra, fomentar la economía de autoabastecimiento, entre otras más.

            La pobreza parece ser un problema que las personas con más dinero han propiciado para su beneficio, por eso se necesita un gobierno que sepa ponerle los límites a quienes lo han incitado y lograr una igualdad social de oportunidades.